La línea de etiquetas removibles para alimentación aporta una adherencia duradera y, a su vez, pueden retirarse de forma limpia y libre de residuos. La demanda de estas etiquetas es muy popular en publicidad en punto de venta, etiquetas de información y seguimiento.
La etiqueta Sin Rastro posee un adhesivo reposicionable que permite pegar y despegar la etiqueta sin que ésta pierda el poder de adhesión.
Funciona en cualquier tipo de superficie sin dañarla ni dejar restos. Las etiquetas están fabricadas con un adhesivo especial para poder estar en contacto con alimentos.
El rango de temperatura para su aplicación es de -30º a 70º C.
Una de sus aplicaciones más frecuentes es la identificación del pedido durante su elaboración en cocina, ya que con el adhesivo removible es posible fijar la etiqueta a la bandeja para que el personal de cocina pueda ver la orden de pedido y retirarla una vez completado.